Adan, el Señor de los Palíndromos
Adan, era un hombre de muy pocas palabras. Nadie se explicaba como había
alcanzado esa posición hablando tan poco. Tenía una linda familia, un
buen trabajo, negocios propios, y un relativo buen pasar como emprendedor.
Debe ser
un don especial, le insinuaba la gente, pero él decía; NO DESEO YO ESE DON. Pero cómo sacas una idea, para
hacer un palíndromo?. El simplemente respondía: se verla al revés.
Pero son muchas ideas – le insistían, entonces sólo
decía; se verlas al revés
Es Ud un genio, una persona
superior... diga, realmente quién es Ud, y qué pretende de
la vida?
- y él, modestamente contestaba;
NADA YO SOY ADAN
Adoraba a
sus 2 hijas, y frecuentemente las invitaba a la heladería de la esquina.
- Don Adan, le decía el dependiente, que helado les gustaría?
- A Mercedes, ése de crema
- Y la
pequeña Paloma levantó alzó su bracito
- A ti no, bonita. - le dijo Adan,
tomándola en sus brazos
- Amo la pacífica Paloma – explicaba, como para que
todos le escucharan
- En eso,
el pequeño Isaac, se encarama al mesón
- No subas, abusón - Le replicó Adan,
en tono cariñoso, - abusón, acá no suba
Adan, también adoraba a sus pequeños sobrinos Isaac y Sarita, aunque
normalmente la llamaban Sara. Nunca supo muy
bien porque su hermana Ana, les puso esos nombres tan ajenos a nuestra cultura,
ya que Adan opinaba - Somos
o no somos - él no admitía términos medios, porque -
Se es o no se es – claro!,
tal vez muy categórico al afirmar; ¿Es reconocerse o no es
reconocerse?
...sin
embargo, en la familia quedó la idea que fue en recuerdo a un viejo amor que conoció
en su viaje a Jerusalén.
Un día, Adan jugaba ajedrez con el pequeño Isaac, y lo alentaba - A la torre, derrótala
- pero el
pequeño tomó la pieza y se le resbaló de su mano
- Isaac, se pesca así, le mostró Adan,
Pero como ya era tarde, el pequeño se durmió. Su pequeña hermana Sara se burlaba de su sueño y fingía un ronquido profundo. Con mucha paciencia, Adan le replicaba; Isaac no ronca así. En ese momento, su hermana Ana, tocaba el timbre, ya los venia a buscar. Isaac, en la salita del segundo piso, no sabia si lo llevarían y le pregunta a su prima Mercedes. Adan dice, le avisará Sara si va él,
- Como? Sara no sabrá que decirle – dijo Ana - soy yo quien debe decidir, no?
- Avisa si va –
respondió Adan tranquilamente, pero que se lave las manos;
no bajará Sara jabón?
- Sara pregunta desde arriba; y mamita que hace en el baño?
- Anita lava la tina - le respondió Adan
- para que lava la tina? - insiste Sara
- Siempre con paciencia Adan le
responde; Ana lava lana
- Luego Sara bajó, con el jabón, y con sus 3 muñecas: Le comentó algo al oído de Adan,
- Que dice? – pregunta Ana desde el baño, que estaba con la puerta entre-abierta
- Oí lo de mamá: me dolió, dijo Adan parafraseando la voz de la niña
- Que hago con esta muñequita rusa de pelo tan largo? – preguntó Sarita
- Sara, a la rusa rasúrala a
ras – le respondió Adan, mientras se despedía
- Si acotó su hermano Isaac, lo puede hacer con estas tijeras filosas
- Adan movió su cabeza
negativamente y le retiró las tijeras; se corta Sarita a tiras atroces!
- Entonces, tio Adan, me regalas esa cadenita de oro para mi muñeca?
- Adan nuevamente negó con su cabeza y replicó: Yo dono rosas, oro no doy, mientras cogia una flor del jardin, y se la ponía a Sara en su cabello.
- Y mama, que lleva? - pregunta la niña
- Ana lleva avellana, responde Adan.
- como lo sabes? - insiste la niña, al ver que la bolsa estaba cerrada.- Acaso sabes…?
- RECONOCER?… – adelantó Adan, y le pasó otra bolsa a su hermana - Anita al
reconocerla atina - y claro Ana también
la cogió, así completó casi 3 Kg de avellanas
Continuará
Nota:
Novela conteniendo frases de palindromos, comenzada por pgm625, en dic-2010
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