La Ultima Navidad y Fiestas del Milenio / dic-2000
Que el espíritu de Paz, el mensaje de
Esperanza y la bendición del Amor, estén presentes en esta Navidad, y que con una
actitud plena de optimismo y fé, nos preparemos para recibir este el tercer milenio, que
nos trae este nuevo año 2001, que sin duda, viene cargado de oportunidades de prosperidad y
felicidad. Son nuestros sinceros deseos.
Familia Gálvez Herrera;
Patricio, Patricia, Mauricio, Leonardo, Robinson y Baltazar (por llegar)
Reciban muchos regalos; cariño, amor, confianza, alegría, energías, ... y tiempo para reflexionar
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"EL SUEÑO DE MARIA" (reflexión)
Tuve un sueño José, y realmente no lo puedo comprender, pero creo que se
trataba del nacimiento de nuestro hijo.
La gente estaba haciendo los preparativos con seis semanas de anticipación,
decoraban las casas, compraban ropa nueva, salían de compras muchas veces y
adquirían elaborados regalos.
Era un tanto extraño, ya que los regalos no eran para nuestro hijo; los
envolvían en vistosos papeles y los ataban con preciosos moños, y todo lo
colocaban debajo de un árbol. Si, un árbol José, adentro de sus casas; esta
gente había decorado el árbol y las ramas estaban llenas de adornos
brillantes y había una figura en lo alto del árbol, me aprecio que era un
ángel, era realmente hermoso.
Luego vi una mesa espléndidamente servida, con platillos deliciosos y muchos
vinos, todo se veía exquisito y todos estaban contentos, pero... no
estabamos invitados.
Toda la gente se veía feliz, sonriente y emocionada por lo regalos que se
intercambiaban unos con otros, pero, ¿Sabes, José? no quedaba ningún regalo
para nuestro hijo; me daba la impresión de que nadie lo conocía, porque
nunca mencionaron su nombre.
No te parece extraño, que la gente trabaje y gaste tanto en los
preparativos, para celebrar el cumpleaños de alguien a quien ni siquiera
mencionan y que da la impresión de que no lo conocen?
Tuve la extraña sensación, de que si nuestro hijo hubiera entrado a esos
hogares, para la celebración, hubiera sido solamente un intruso. Todo se
veía tan hermoso y la gente se veía feliz, pero yo sentía enormes deseos de
llorar, porque nuestro hijo era ignorado por casi toda esa gente que lo celebraba.
Que tristeza para Jesús, no ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños.
Estoy contenta porque solo fue un sueño, pero que terrible seria si esto se
convierte en realidad.